Sentido de vida en mujeres infértiles.

Meaning of life in infertile women.

Eliana Paola Rolong Coquies

Maestría en Psicología Clínica de la Universidad Rafael Urdaneta.

Maracaibo, Venezuela.

Email: elianarolong@gmail.com

Admisión: 09/09/21

Aceptación: 21/03/22

Resumen

Estudio cualitativo orientado a comprender el sentido de vida en mujeres infértiles. Se basó en un paradigma de investigación interpretativo y con enfoque fenomenológico, Se aplicó una entrevista profunda a 3 informantes de sexo femenino, entre 30 y 40 años, con condición de infertilidad. Adicionalmente, se aplicó el test PIL, estandarizado por Mahecha, (1980). Se utilizó el análisis hermenéutico para la información obtenida, contrastando con los hallazgos del instrumento y triangulada por medio de expertos. Se encontró que el sentido de vida de las informantes es ser madres, propósito que de manera no consciente les genera miedo asociado a las responsabilidades que implica el rol, y limita otras metas personales que también le dan sentido de propósito a sus vidas contrastando con lo expresado por Moreno (1994). Manifiestan reacciones defensivas para no convertirse en madres, construyen argumentos que justifican la no maternidad ante sí mismas y ante la sociedad; buscan salidas que les permiten desplazar ese sentido de vida hacia otros, mostrando su rol materno con seres queridos u oficios relacionados con cuidado y protección.

Palabras clave: Sentido de vida, mujeres, infertilidad.

Abstract

Qualitative study aimed at understanding the meaning of life in infertile women. It was based on an interpretative research paradigm and with a phenomenological approach. An in-depth interview was applied to 3 female informants, between 30 and 40 years old, with infertility conditions. Additionally, the PIL test, standardized by Mahecha, (1980) was applied. Hermeneutic analysis was used for the information obtained, contrasting with the findings of the instrument and triangulated by experts. It was found that the meaning of the informants’ lives is to be mothers, a purpose that unconsciously generates fear associated with the responsibilities that the role implies, and limits other personal goals that also give a sense of purpose to their lives, contrasting with what Moreno (1994) expressed. They show defensive reactions to not becoming mothers, they build arguments that justify not being mothers before themselves and before society; they look for ways out that allow them to displace that sense of life towards others, showing their maternal role with loved ones or jobs related to care and protection.

Key words: Meaning of live, women, infertility.

Introducción

En el último siglo, la concepción de la maternidad ha venido evolucionando drásticamente, por los cambios en los roles de la mujer dentro de distintos ámbitos sociales. En Venezuela, las investigaciones de Moreno (1994) han mostrado un fenómeno denominado matricentrismo que emerge en la familia tradicional donde la madre se constituye en el centro de la familia, siendo la figura primordial en los procesos afectivos, el centro de las relaciones del parentesco Vethencourt (1974; citado por Otalora y Mora, 2004). Este patrón de familia continúa siendo predominante en Venezuela.

La mujer significa la familia, a partir de los hijos. Es dentro de la familia que la mujer asume un rol único, encargada del cuidado y protección de los hijos, se convierte entonces en un ser biológico que ha tenido descendencia, es decir, la mujer trae consigo la predisposición natural a ser madre. Surge un vínculo entre madre e hijo que ya no puede disolverse, caracterizado por el deseo de satisfacer todas las necesidades de sus hijos, para su adecuado desarrollo, hasta el punto, según Moreno (1994) de olvidarse de sí misma y realizarse a través de ellos. Para esta mujer, definirse solo como mujer no completa su personalidad, sino que se autodefine como madre en una totalidad, por lo que se orienta a ser un cuerpo materno donde se autoconfirma a través de sus hijos, la maternidad la define en su sexo, delimita su feminidad y la realiza en lo sustancial Moreno (2005; citado por Reyes y Macho, 2015). En otras palabras, la mujer venezolana se asume madre, esto es lo que le da sentido a su vivir, trascender a través de los hijos es su motivo.

Sin embargo, el ser humano encuentra sentido a su vida por sus obras, por sus experiencias, sus vivencias y sus encuentros con otros seres humanos y sus cualidades únicas, para Frankl (2004) es una expresión de uno mismo que responde a preguntas como ¿para qué vivimos? ¿Qué hacemos aquí?, ligado al intelecto y la fe, lo alimenta y le da un motivo o razón para vivir. Según el autor, el sentido de vida refiere el significado que tiene para el individuo su propia existencia en un momento determinado, y la búsqueda de este sentido busca evitar la frustración y el vacío existencial.

Para el autor el sentido de la existencia humana es tener una existencia personal, realizarse como personas, siendo que el hombre no es un ser encerrado en sí mismo, sino que existe y se realiza en relación con los demás de modo responsable, el sentido de la existencia no es algo determinado, conduce a la realización de uno mismo, en, con y para los demás. Este sentido se construye a partir de tres valores: a) valor creador; descubrir sentido en lo que se crea, b) valor de vivencia; ver el sentido a vivir algo o amar a alguien y c) valor de actitud; encontrar sentido ante situaciones desesperadas a las que se enfrenta el ser humano.

Para Frankl (2001) lo más valioso de la existencia humana se encuentra en su propia autotrascendencia. Está implícito en esta conformación del sentido de vida en la mujer, el papel de la cultura en la construcción de significados, valores, símbolos, estereotipos. La maternidad pues, también es producto no solo de la capacidad biológica de la mujer para la reproducción sino de diversos factores culturales que la rodean. La maternidad es un espacio socialmente reconocido, aceptado y valorado, por lo tanto, el sentir de las mujeres está acorde a los sistemas de creencias sociales, por cuanto le asegura un lugar de existencia como mujeres (si se comportan como tales) y de pertenencia a un grupo, a la familia y a la sociedad (Velásquez, 1987).

Pareciera que la mujer madre venezolana vive para trascender a través de sus hijos. Le otorga significado a su vida a partir de la necesidad de criarlos, formarlos y atender todas sus necesidades. El interés de este estudio es intentar responder a la pregunta ¿Qué ocurre con el sentido de vida centrado en la maternidad de las mujeres venezolanas con infertilidad? ¿Cómo se plantea la transformación en el sentido de vida de la mujer infértil?

La infertilidad es la incapacidad para concebir después de un año de mantener relaciones sexuales regulares no protegidas WHO (1993; citado por Llavona, 2008); es un problema que adquiere cada vez mayor presencia en las sociedades desarrolladas, estudios muestran que la infertilidad es una condición que afecta en el mundo, del 15 al 20% de las parejas en edad reproductiva, es decir, una de cada seis parejas tienen problemas para lograr un embarazo (Brugo-Olmedo, Chilllik y Kopelman, 2003).

Se asocia a cambios en los patrones de vida que han retrasado la edad de procrear en la mujer, la disminución en la calidad de los espermatozoides y de allí la cada vez más creciente cantidad de opciones de reproducción asistida. Al considerar la dimensión psicológica de este fenómeno, se ponen de relieve vivencias concretas que experimentan las personas, principalmente la mujer, al atravesar este largo proceso de lograr ser madre.

Las investigaciones han coincidido en demostrar que el descubrimiento de la infertilidad supone una crisis importante en la vida de las personas implicadas Van Balen y Trimbos-Kemper (1993; citado por Llavona, 2008), pues emerge en un espacio social donde; la persona se encuentra en la incapacidad de tener un hijo por los medios naturales que la humanidad ha seguido a lo largo de la existencia, esto cimentado en la creencia arraigada de que la procreación es un proceso voluntario, además se supondría que puede hacerlo cuando ella lo decida, puesto que se asume que se logra con la sola condición de realizar frecuentes interacciones coitales.

De tal modo, que la infertilidad se presenta como una situación inesperada que genera sorpresa y frustración, confusión, desconcierto, ante las nuevas realidades que este hecho implica. Esta crisis vital enfrenta a la mujer consigo misma, al replantearse valores y decisiones vitales que antes no había considerado. Por lo que se desencadenarán alteraciones psicológicas significativas.

Para la madre venezolana, este hecho podría significar una sensación de frustración importante toda vez que no puede realizarse como madre, función que le otorga significado a su rol como mujer madre en la constitución de la familia. Tal como expresa Moreno (1995; citado por Reyes y Macho, 2015) ella lleva consigo el don de ser mujer madre y siempre estará presente la figura de ser mamá. El contenido social de la maternidad dentro de las distintas culturas es inculcado y asimilado en la psique femenina desde la infancia, sin embargo, cada mujer le otorga distintos significados. En la mayoría de ellas cuando se enfrenta a la imposibilidad de concebir se cuestiona su identidad como mujer. Contrario a esto Riquelme (2006) describió las interpretaciones sobre la maternidad en mujeres infértiles que no lograron incorporar hijos a su proyecto de vida. Estas madres evidenciaron una visión de la maternidad como algo poco satisfactorio y con una carga de sacrificio muy grande, que viene influenciada por el vínculo con la propia madre que estuvo cargado de sentimientos negativos.

Para esta autora el deseo de ser madres aparece desde la infancia o la adultez, aprendieron las labores del hogar, sin embargo, las consecuencias negativas de ser madres para ellas pudieron influir en su no reconocimiento de ellas mismas como madres. En palabras simples, la relación con la madre está entrelazada de forma constitutiva con el deseo de la hija de ser madre y con la cualidad de los afectos e identificaciones maternales. En las mujeres entrevistadas el hecho de no haber podido tener hijos, las marco en su sentirse mujer, hablan de estar incompletas, que les faltó algo, que tienen un vacío, que lo relacionan con el instinto maternal. Bajo la mirada de Frankl (2004), podría representar un vacío producto de la frustración existencial que tiene que ver con el significado que les da a su vida ser mamás.

Más recientemente, Oliva y Batista (2019) exploraron los modos de subjetivación en la infertilidad femenina, en una muestra de 50 mujeres que asistían a terapias de reproducción asistida. Se utilizaron técnicas cuantitativas y cualitativas para explorar el fenómeno a profundidad en estas mujeres. Se halló una visión de sí mismas construida desde la vivencia de la infertilidad como fracaso y frustración de sus principales motivaciones, estereotipos en su concepción de género que restringen las posibilidades de encontrar nuevos sentidos a la realización personal y, por tanto, la incertidumbre con relación al futuro. Perduran dentro de los imaginarios sociales los preceptos de una cultura patriarcal que estigmatiza el sentido de la vida de las mujeres y las fija a roles prescritos, limitando sus posibilidades de reinventarse a sí mismas para un disfrute más pleno de sus vínculos, sus motivaciones, sus proyectos y su realización personal. Ser madres sigue siendo el principal elemento de su plan de vida.

Las investigaciones científicas de infertilidad han dado resultados alternativos que permiten a estas mujeres alcanzar sus proyectos de procreación. Contrario a esto, en el campo psicológico no se atribuyen resultados que garanticen la resolución de infertilidad por lo que se hace desalentador para quien vive la problemática. Sin embargo, existen herramientas como el sentido de vida que si permiten a estas mujeres organizar su situación, pero son pocos los estudios en relación al sentido de vida en mujeres infértiles que brinden resultados y permitan reorganizar sus vidas

Lo expuesto pone de relieve la necesidad de comprender los cambios en el sentido de vida que pueden experimentar las mujeres venezolanas que no llegan a convertirse en madres, en el contexto del modelo matriarcal de la familia venezolana planteado por Moreno (1994) y que sigue siendo predominante en la mayoría de la población; considerando además las implicaciones psicológicas y emocionales que para las mujeres tiene el fenómeno de la infertilidad como un evento matizado por la carga cultural asociada a la maternidad en esta sociedad, y la posibilidad real que esto se convierta en un problema de salud pública a nivel mundial. Con miras a contribuir en el desarrollo de programas de intervención y acompañamiento que les permita reconducir su sentido de vida, sus proyectos y metas personales siendo mujeres no madres. El objetivo del estudio es entonces, comprender el sentido de vida en mujeres infértiles.

Materiales y Métodos

La presente investigación se sustentó en el paradigma interpretativo a modo de comprender cómo los sujetos interpretan la realidad de la cual forman parte. Se utilizó la metodología cualitativa para adentrarse en la experiencia de las informantes acerca de su vivencia de la infertilidad y el sentido que le dan a sus vidas a partir de esta condición. Asimismo, la investigación se circunscribe a lo fenomenológico toda vez que se busca los significados que el sujeto otorga a su experiencia de vida.

Para cumplir con el propósito del estudio, se seleccionaron de forma voluntaria 3 informantes clave que cumplieron con los siguiente criterios: adultas jóvenes en un rango de edad entre 30 y 40 años, todas residentes de la República Bolivariana de Venezuela, una de ellas bachiller y dos de ellas profesionales, que hasta el momento de la investigación no han logrado tener hijos biológicos y con disposición de proporcionar información de su vida personal.

Como método de recolección se utilizó, en primer lugar, la entrevista profunda grabada, para entrar en la subjetividad de las informantes, a quienes se les exploraron datos de sus relaciones vinculares desarrolladas a lo largo de sus vidas y una serie de preguntas generadoras vinculadas con el propósito de la investigación, las cuales fueron: ¿Cómo ha sido su proyecto de familia? ¿Qué significa para usted la maternidad? y ¿Qué significa para usted no lograr ser madre? El contacto con dos de las informantes se realizó en un espacio de domicilio propio donde solo se encontraron la entrevistadora y la informante, y la otra entrevista fue realizada por medio de una video llamada a través de un celular, con un único contacto para cada una de ellas.

También se utilizó de forma complementaria la técnica del cuestionario, aplicándose previo a las entrevistas el Test Purpose in Life (PIL), de Crumbaugh y Maholik (1968) estandarizado en Colombia por Mahecha (1980) con el fin de medir el sentido de vida, correlacionar, observar posibles coincidencias entre los relatos de las entrevistas y el análisis de contenido de la parte B y C del instrumento, así mismo, el instrumento en esta investigación busca realizar una relación con el puntaje arrojado en la parte A, para posteriormente realizar una interpretación más amplia de las experiencias de los sujetos participantes en el estudio sobre su sentido de vida, sentido de propósito y vacío existencial.

Este instrumento evalúa el grado en el cual una persona experimenta un sentimiento de significado y propósito, en una escala de actitud conformada por 34 ítems, dividida en tres partes. La parte A, tiene 20 ítems de una escala de estimación que va del 1 al 7, mientras la parte B consta de 13 frases para ser completadas y la parte C es una pregunta abierta que tiene como objeto medir el concepto fundamental vacío existencial, que se presenta cuando una persona frustra el descubrimiento del significado o los propósitos que le proporcionan a la vida un único sentido de identidad Mahecha (1980; citado por Fernández, 2009). Este test se corrige sumando los puntos de las respuestas seleccionadas por los sujetos en los primeros 20 ítems de la prueba que conforman la parte A, obteniendo una puntuación bruta o total que puede ubicarse según el baremo que se muestra en el cuadro 1.

Cuadro 1.

Baremo de interpretación.

Baremo

Global

Falta de significado

Menores de 98

Significado incierto

99 a 107

Significado o propósito definido

Mayores de 107

Nota: Fernández y Talavera (2009)

La parte B del instrumento, comprende ítems de completación inmediata y se interpretan a partir del análisis de contenido, al igual que la parte C del test. Esta prueba muestra datos de validez concurrente con constructos como actitudes sociales (Pearson y Sheffeld, 1975), visión del mundo (Sharpe y Viney, 1973) depresión (Crumbaugh, 1968) y bienestar subjetivo (Zica y Chamberlain, 1978). Alcanzó un coeficiente de partición por mitades de 0.90 (Crumbaugh y Maholik, 1968), reportándose además un Cronbach de 0.84, 0.82 para el coeficiente de Guttman; Reker y Cousins (1979) reportan Spearman Brown de 0.87 y Test Retes (0.79. LA interpretación y análisis de los resultados se realizó contrastando los resultados de los instrumentos a la luz de los hallazgos de las entrevistas considerando además los referentes teóricos reportados.

El registro y transcripción de la información aportada por cada informante se llevó a cabo por medio de un teléfono inteligente con grabadora incorporada y un procesador de palabras donde se transcribieron de manera textual las respuestas ofrecidas en las entrevistas. Las dos primeras informantes fueron ubicadas de manera directa y entrevistadas en sus residencias y la tercera por medio de una video llamada, a todas se les entregó un consentimiento informado sobre los fines de la investigación el cual fue firmado por cada una de ellas. Para la interpretación de la información se utilizó el método hermenéutico, analizando los discursos de las informantes en el transcurso de sus diálogos para una comprensión profunda de su sentido de vida hacia la maternidad y como éste pudo haberse transformado ante la experiencia de infertilidad.

Posterior a la recolección y transcripción de la información se realizó un proceso de categorización de los contenidos en una temática central a partir de la cual emergieron subcategorías que por su naturaleza muestran relaciones con el tema principal y por ende con el propósito de la investigación. Posteriormente se realizó una triangulación de investigadores conformada por tres psicólogas con experiencia en el área clínica quienes se reunieron en una residencia a analizar las transcripciones de las tres entrevistas una vez extraídas las categorías y sub categorías. A partir de la hermenéutica dialéctica se interpretaron los discursos de las informantes a la luz de los referentes teóricos planteados y por último se realizó un proceso de graficación para ilustrar la relación entre las categorías principales y secundarias. Toda la información cualitativa obtenida se complementó con los hallazgos arrojados por el instrumento de medición aplicado, de forma que se pudiera comprender a profundidad el sentido de vida de estas informantes hacia la maternidad, y los nuevos significados que le otorgan una vez que se descubren infértiles.

Resultados y Discusión

A partir de la información obtenida de las participantes en las entrevistas orientadas a comprender el sentido de vida de la mujer infértil se realizó un análisis de las categorías observadas en los discursos y se contrastó con sus respuestas al instrumento Test Purpose in Life (PIL) de Mahecha (1980), para luego desarrollar una concepción teórica a partir de estos hallazgos. Las categorías principales que resultaron del análisis fueron: ser madre como sentido de vida y una interpretación de esto en sus historias como ser madre da miedo, de la que surgen dos subcategorías que fueron denominadas como Reacciones psicológicas defensivas las cuales se reflejan como: Evitar, enfermar, culpa y esperar por dios. Mientras que la segunda subcategoría son Salidas que generan Argumentos y situaciones que permiten a las informantes realizar un ajuste del sentido de vida. (Ver Figura 1).

 

Figura 1. Relación categorías primarias y secundarias

 

En la primera categoría: ser madre se observa la constitución del sentido de vida de estas mujeres infértiles, que emerge a lo largo de su historia de vida marcadas por sus dinámicas familiares, donde surge un modelo de mujeres que orientan sus vidas a ser madres en cualquier circunstancia, haciendo grandes sacrificios para criar a sus hijos, casi siempre solas, sin el apoyo del padre o una pareja donde muchas veces asumen el rol de proveedor desatendiendo las conductas de cuidado y afecto hacia los hijos. Encontrándose así las siguientes verbalizaciones:

“…Yo siempre pensé quiero tener hijos…”*

“…desde muy joven pensaba en ser mama…”*

“…me puedo imaginar queriéndolo, amándolo, quiero llegar a sentir ese amor incondicional por alguien…” *

Tal como lo explica Moreno (2012) la historia latinoamericana ha configurado una madre popular vista como mujer sin hombre o mujer sin pareja, donde las necesidades afectivas son satisfechas por el hijo varón. En el modelo de la familia popular venezolana descrito por el autor, la familia está constituida por una mujer madre con sus hijos; la mujer nunca se vivirá como mujer simple, su autodefinición no será la de mujer sino la de madre. La maternidad la define de su sexo, delimita su feminidad y la realiza en lo sustancial, de allí que la mujer madre venezolana crea un vínculo con la hija hembra que funciona como duplicador de esa mujer madre.

En el vínculo con la hija la madre se perpetúa, se reproduce la cultura y su sistema de relaciones afectivas, en pocas palabras la hija es la destinada a formar una nueva familia; un destino fijado por la trama cultural, que se aprende en el hogar y que implica una forma determinada de ser mujer madre sin esposo, abandonada, criadora total de los hijos y marcadora del destino de estos. Además, el vínculo madre hija tiene otro sentido; funciona como duplicador de la mujer madre, satisface las necesidades que no atiende el hijo varón y asume también su propia maternidad. Para esta investigación en las tres informantes entrevistadas la trama cultural influye en su deseo de ser madre a través de un rol socialmente determinado como una forma de trascender y de darle sentido a sus vidas.

Frank (2002) refiere que el sentido de vida es el significado que el individuo le otorga a su propia existencia en un momento determinado; su búsqueda intenta consumar ciertos valores que eviten la frustración y el vacío existencial. Para estas mujeres el sentido de vida es ser madres hasta el momento en el que develan la infertilidad.

Llavona (2008) ha descubierto que cuando alguien quiere procrear, el hecho de encontrarse con la incapacidad de lograrlo naturalmente, produce sorpresa e incluso frustración, principalmente por la creencia de que la creación es un proceso voluntario; es decir, no se anticipa en uno mismo la condición de infértil: la capacidad de procrear se presupone.

Esta sorpresa obliga en muchos casos, como el de estas mujeres, a replantearse el plan de vida y tomar decisiones importantes que pasan por diferentes alternativas que van desde seguir intentando por sus propios medios, renunciar a la posibilidad, intentar con métodos de reproducción asistida, adoptar, entre otras.

La segunda categoría que aparece es Ser madre da miedo en la que surgieron verbalizaciones que reflejan el miedo de manera inadvertida en las informantes por los sacrificios y las responsabilidades que para sus progenitoras implicó asumir la maternidad, ante lo cual se establecen ciertas condiciones que deben lograr para sentirse preparadas ante la posibilidad de asumir el rol de madres.

“...yo anteriormente no salía embarazada porque tenía mucho respeto por mi mama…” *

“…a medida que fui siendo más adulta he sentido más temor de los embarazos…” *

“…temo tomar la decisión porque desde mi perspectiva implicaría cambiar muchas cosas…”*

Ese miedo es una reacción psicológica que podría dar paso a la condición de infertilidad, puesto que en las tres informantes el tiempo ha jugado un papel importante para la fecundidad. Riquelme (2006) explica que la fecundidad se estabiliza a los 30 años y comienza a descender levemente. Este descenso se acelera rápidamente después de los 35 años.

Algo similar ocurre con el número de folículos cuya pérdida también se acelera en la segunda mitad de la cuarta década (30-40 años) de la mujer, afirma que se ha comprobado una asociación entre un aumento de la infertilidad y la postergación del embarazo. Teniendo en cuenta que la mujer sufre una disminución en su fertilidad en edades más avanzadas.

De esta segunda categoría surgen dos subcategorías: por un lado se encuentran Reacciones psicológicas defensivas ante el hecho de no ser madres expresado en una serie de causas que conllevan a: evitar situaciones, enfermar, manejo de culpa y esperar por Dios.

Figura 2. Relación Categoría Ser madre da miedo con sub categoría Reacciones Defensivas.

 

En sus discursos lo expresan como:

Evitar situaciones

“…me pusieron unas pastillas pero lo hice por seis meses, después no las quise y de ahí no volví mas nunca a salir embarazada…” *

“hace 10 años Salí embarazada y yo lo aborte…” *

“…siempre estuve pensando que bueno que cuando tenga mi casa que tenga mi espacio propio podría buscar otro bebe, ahora tengo la casa pero las condiciones económicas están un poco complicaditas…” *

“…no estoy lista para tener hijos…”*

Deterioro de la salud

“…tengo tres quister”*

“…actualmente tengo un mioma del tamaño del útero…”*

“…sigo con la dificultad de la insulina…”.*

Culpa

“…a lo mejor si yo hubiese estado más joven yo hubiese salido embarazada no tuviese tantas complicaciones…”*

“…ahorita que bueno si puedo asumirlo, creo que puedo en contra de las dificultades y tal, pero bueno estoy en el cuidado de la salud…”*

“…igualmente la culpa que yo sentía no era normal, nunca he estado de acuerdo con abortar y sin embargo lo hice…”*

Dejar todo a Dios

“…Dios sabe, este, por algo fue que paso eso…”*

“…si yo decidí eso simplemente Dios no quiso que lo tuviera…”*

“…por algo será, no sé, no he entendido… a veces le digo a Diosito que me dé el entendimiento…”*

“… será que Dios me está castigando…”*

“…se lo he dejado todo en las manos de Dios, que sea lo que Dios quiere…”*

Frankl (2002) señala tres valores que mueven a la persona a encontrar el significado de su vida, uno de ellos el valor de actitud, tiene que ver con la postura que asume el ser humano ante destinos irrevocables, para darle sentido a su sufrimiento y convertirlo en una herramienta para trascender y triunfar. Estas mujeres ante la imposibilidad de ser madres, pueden valerse de tales reacciones defensivas para sobrellevar el sufrimiento y canalizar ese deseo por otras vías.

La segunda subcategoría son salidas saludables que estas mujeres han buscado para satisfacer el sentido de vida hacia la maternidad y lograr manejar de forma efectiva el miedo. Estas salidas aparecen como argumentos y sustituciones, que incluyen a su vez otras subcategorías en el discurso de las informantes.

Figura 3. Relación Categoría Ser madre da miedo con sub categoría Salidas y Argumentos

 

Los argumentos utilizados para responder de forma adaptativa a la presión social son:

Ser madre es mucho sacrificio:

“… siempre he visto el tema de ser madre como algo que implica, mucha responsabilidad y mucho sacrificio…”*.

“… las madres en mi familia son mujeres que bueno que que echaron adelante con las responsabilidades del hogar de sus vidas personales, de sus chamos pero en la perspectiva desde fuera con bastante sacrificio pues…”*.

“…tenía que dejar de estudiar…”*

Ser madre es doloroso

“…no puedo forzar las cosas también de estar todo el tiempo enfocándome en algo, en algo, en algo, entonces y si no se da yo soy la que voy a sufrir mas también”*.

“…uno es el que lleva la carga de los hijos…”*

“…a veces me pongo a pensar pues que si un niño chiquitico y toda la cosa y me da como ese guayabito pues…”*

Ser madre es incómodo

“… desde mi perspectiva implicaría cambiar muchas cosas de la dinámica de vida y quizás suene un poco egoísta pero es así como que bueno esteeeeeeee perder comodidad…”*.

“…cuando yo tenga mi casa pues sí, porque eso de estar arrimado con un muchacho no me gusta…”*.

“…Tener casa, tener carro, tener dinero como para yo poder mantenerlo que no pase vicisitudes…”*.

Estos argumentos que recalcan comodidad coincide con las respuestas obtenidas del instrumento aplicado a las informantes, donde mencionan que desean lograr estabilidad económica, viajar y desarrollarse profesionalmente.

Ser madre es mucha responsabilidad

“…íbamos a tener que cuidar y trabajar pa poder mantener al muchacho...”*

“…Igualito era una responsabilidad y una carga para otro…”*  

“…Bueno mira para mí el tema de la maternidad me parece algo que implica muchiiiiiiiiiiiiísima responsabilidad…”*

“…no sólo el tema de la responsabilidad económica sino el tema de de todo, de la disponibilidad de tiempo de tener que ver siempre por otra persona, o sea lo veo como una responsabilidad muy grande…”*

“…todavía creo que con el tema de la responsabilidad, de las circunstancias adversas pues éste siento que es mucha responsabilidad…”*.

Estos argumentos podrían estar amenazando la confianza fundamental que Längle (1998) explica como parte de la primera condición de la existencia humana, en la cual el individuo busca razones que den sostén a su vida y si no las encuentra experimenta intranquilidad, inseguridad y angustia. Paradójicamente si las fuentes de angustia permanecen y mantienen al ser humano sostenido a la vida, este puede experimentar una actitud de serenidad y de conformidad. En el caso de estas informantes los argumentos que utilizan para explicar y explicarse el hecho de no ser madres les permiten funcionar en la vida y buscar salidas saludables al deseo de trascender por medio de una maternidad ajena.

Estas salidas responden a otra subcategoría que aparece como conductas sustitutivas para ejercer el rol de madres sin el temor que implica el sacrificio, la responsabilidad, el dolor y la incomodidad. Längle (1998) señala que la vida impone condiciones que el ser humano debe aceptar y tales condiciones le dan sostén, siempre y cuando asuma una actitud activa que le permita aceptar lo positivo y soportar lo negativo como parte inevitable de la existencia. En palabras del autor el individuo se ocupa de darle equilibrio a sus condiciones existenciales, llevarlas a su realización, adaptarse a ellas y darle respuesta a sus propias inquietudes.

 

Figura 4. Relación Sub Categoría Salidas con otras sub categoría Argumentos y Sustituciones

 

Langle (1998) destaca que en la última condición fundamental de la existencia es imprescindible tener que actuar y conocer de lo que se va a tratar en la vida. Pues no basta simplemente ser ahí y haberse encontrado luego de que estas informantes no pudieron procrear, resuelven entonces con trascender a través de nuevos proyectos, descritos como salidas saludables, ante un sentido de vida insatisfecho buscan sustituir el hecho de ser madre con su propio cuerpo y se manifiestan a través de:

Ser madre de los sobrinos

“…mis sobrinos son mis hijos, yo hago todo para ellos…” “…si no logro tener hijos me dedicare mas a mis sobrinos…”*

Trabajos maternales

“…desde la perspectiva de mi trabajo como docente que siento que cónchale que uno hace algo, que está dejando algo para… para otras personas. …” *

Proyecto de adopción

“…inclusive hacer algún proceso de adopción como último recurso pues eso es lo que hemos hablado como tal...”*

Luego de dar a conocer esta sustitución, se refleja el planteamiento de Langle (1998) de aceptar las condiciones como dadas, en este caso, la infertilidad, solo es posible cuando podemos ser nosotros mismos junto a ellas, de modo que aceptar significa que las preocupaciones ya no amenazan la existencia. Es una forma de dar valor a la vida, aceptar cada vivencia, con alegrías y sufrimientos como parte del existir, en un profundo contacto con las experiencias, incluidas las que son dolorosas o penosas. De algún modo, estas mujeres aceptan el hecho de no concebir y lo trasladan en el contacto con otros, en la búsqueda de trascender a través de ellos.

Ahora bien, desde la mirada de Moreno (2012) dentro de los entramados que impone el modelo de la familia popular venezolana, las salidas que estas mujeres buscan ante no ser madres, pueden ayudarles a funcionar y adaptarse a una sociedad que culturalmente presiona y cuestiona el hecho de no ser madres puesto que están destinadas a cumplir con este cometido.

De algún modo, trasladan el rol materno a otros seres queridos como una forma de aceptar su imposibilidad de procrear y seguir cumpliendo, el rol que culturalmente se espera de ellas. Su sentido de vida se transforma una vez que se reconocen no fértiles, y desplazan el deseo de cumplir con ese rol por medio de conductas maternales hacia otros seres importantes para ellas, en este caso, sobrinos o una posible adopción, así como ocuparse en profesiones donde también cuidan, enseñan y protegen a otras personas.

Finalmente, es importante mencionar como resultados del instrumento PIL (Mahecha, 1980), que solo una informante posee puntajes asociados a un significado o propósito definido, lo cual denota que ha encontrado en sentido de su existir en sus planes a futuro. Por otra parte dos de las informantes arrojan resultados que se relacionan a un futuro incierto, que no coincide con los relatos de las entrevistas, sin embargo podría estar asociado con la cuarta condición de la existencia humana de Langle (1998) que afirma que no solo es suficiente entender la existencia sino actuar sobre ella, buscando también trascender el deseo y superarse, pues estas dos informantes tienen claro como significan sus vidas pero se encuentran desarrollando metas que aún no culminan.

Por otra parte, la sección cualitativa del mismo instrumento demuestra que las tres informantes se encuentran dedicando gran parte de su tiempo en desarrollar metas de superación laboral y profesional para tener mayor seguridad socioeconómica en el futuro y así brindar a sus familiares vidas más placenteras.

Todo esto no parece coincidir con los hallazgos de las entrevistas a la luz de los referentes teóricos de Moreno (1994). Sin embargo, los hallazgos presentados hacen pensar que los elementos de la trama cultural se presentan difusos en estas mujeres, quieren ser madres, sin embargo, desean cumplir algunas metas para ejercer el rol en condiciones diferentes a las de sus madres, puesto que lo han percibido a lo largo de sus historias como una tarea desafiante con muchas exigencias, sacrificios y responsabilidades que no están dispuestas a asumir en sus situaciones actuales.

Siendo así, los elementos del modelo de familia planteados por Moreno (1994) estarían comenzando a cambiar, toda vez que estas mujeres infértiles, pueden encontrar otros significados en sus vidas y también sentirse realizadas. Es decir que no se perciben determinadas por su cultura para ser mujeres madres y perpetuar el rol como forma de trascendencia. Son capaces de trascender de formas distintas, por lo que, se observa una postergación de la maternidad que incide en la infertilidad y que se relaciona a la ejecución de nuevos proyectos que buscan un desarrollo en sí mismas de forma integral antes de tener sus hijos.

Los resultados expuestos se relacionan con los estudios de Davies Stocks (2011) quien concluye que la nueva voz de mujeres que requieren ser atendidas socialmente por sus méritos y no por sus capacidades de procreación, representa un discurso marginado que dado los cambios sociales, culturales, económicos y jurídicos en la posición de la mujer pronto recibirá cada vez mayor atención. Así mismo, Riquelme (2006) encontró que las mujeres infértiles analizadas interpretaban la maternidad como algo poco satisfactorio y con una carga de sacrificio muy grande, que viene influenciada por el vínculo con la propia madre que estuvo cargado de sentimientos negativos.

Conclusiones

Como análisis concluyente el sentido de vida de las mujeres entrevistadas es ser madre, un sentido de vida configurado por la trama cultural en sus historias donde se observa un modelo de mujer madre que asume toda la responsabilidad de la maternidad muchas veces sin pareja y con mucho sacrificio incluso descuidando el rol afectivo con sus hijos para cumplir con el rol de proveedoras. La percepción de sus madres como mujeres asumiendo un rol con tanto sacrificio genera en ellas un miedo que podría preceder o anticipar una condición de infertilidad, que produce distintas reacciones psicológicas para defender o justificar el hecho de no lograr procrear.

Aparecen conductas que reflejan actitudes evasivas, deterioro en la salud a causa de descuido en diversos diagnósticos, sentimientos de culpa y esperanza de que Dios decida sus destinos como madre, todo esto como parte de las reacciones psicológicas defensivas. Estas conductas se explican con argumentos que les permiten seguir funcionando adaptativamente y ocuparse de otros proyectos que también les dan sentido a sus vidas, argumentando entonces, en los que el hecho de ser madre genera sacrificio, dolor, incomodidad y responsabilidad.

Todos estos argumentos llevan a las informantes a reorganizar sus planes de vida encontrando así nuevos propósitos asociados a roles maternos, siendo estas algunas salidas saludables que les permiten disipar el malestar de no cumplir el entramado cultural. En estas salidas saludables se muestran nuevos proyectos profesionales y laborales con el fin de mejorar sus condiciones en un futuro como madres sustitutas. Por último también muestran un propósito incierto que no coincide con los relatos de las entrevistas, lo que se vincula al proceso particular que cada una de ellas desarrolla como proyectos que les permitan actuar sobre sus nuevos replanteamientos que no cumplen con el modelo cultural, que pareciera estar cambiando en la sociedad venezolana, donde el ser madre no es el único camino para trascender.

Estos resultados sugieren a las informantes dar inicio a un proceso terapéutico que les permita incrementar sus recursos ante el propósito de la vida. Se sugiere a futuros investigadores continuar el estudio sobre el sentido de vida en mujeres con hijos, con el fin de realizar futuras comparaciones en las mujeres que se plantean un proyecto de adopción en Venezuela y así futuras investigaciones permitan definir criterios en las evaluaciones de idoneidad de dichos procesos.

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